Si, nuestros bebés pueden convertirse en pequeños tornados llorones cuando intentamos dejarlos. Se llama ansiedad por separación, y si la has experimentado, ¡sabes que es algo serio! Pero antes de que empieces a entrar en pánico, debes saber que no estás solo/a y que es totalmente normal. Vamos a ver qué es realmente la ansiedad por separación, por qué ocurre y, lo más importante, qué puedes hacer al respecto.
¿Qué es la ansiedad por separación?
Básicamente, es esa sensación de pánico de "¿¡A dónde vas?!" que siente tu pequeño/a cuando tú, su persona favorita en todo el mundo, está a punto de irse. Puede que se aferren, que hagan un berrinche, que lloren como si se les rompiera el corazón o que, en general, parezcan súper ansiosos cuando no estás justo a su lado.
Piénsalo de esta manera: Nuestros bebés están empezando a entender que eres una persona separada y que puedes irte. Y aunque estén trabajando en ser "independientes" y explorar el mundo, en el fondo, ansían la comodidad y la seguridad que solo nosotros les proporcionamos.
Esto suele aparecer alrededor de los 6 meses, pero es muy común entre los 8 y los 18 meses. Pero no te preocupes, no significa que hayas hecho algo mal. De hecho, es una señal de que tu pequeño/a está desarrollando un apego saludable a ti. ¡Esto es bastante bueno!
¿Cómo se manifiesta la ansiedad por separación?
Nuestro pequeño/a puede:
Aferrarse a nosotros
Hacer un berrinche que podría rivalizar con una rabieta de un niño en una tienda de juguetes.
Resistirse a cualquiera que intente consolarlos, casi como si intentaran evitar físicamente que te vayas.
Ponerse temeroso e inquieto cuando te sales de su vista. Esto puede suceder incluso cuando simplemente vas a otra habitación, los dejas en la guardería o los acuestas a dormir.
SI, mi pequeño/a tiene todas las emociones a flor de piel. ¿Qué hago?!
Lo primero es que tenemos que entender que esto es normal y vamos a superarlo. Aquí te damos algunos consejos que pueden ayudar:
Haz que las despedidas sean rápidas y dulces: Cuando sea el momento de irte, avísales con anticipación y despídete rápidamente con un "¡hasta luego! O la forma en que te despidas". Si te demoras o te muestras ansioso/a, harás que tu hijo/a piense que hay algo de lo que preocuparse. Resiste la tentación de escabullirte, eso sí. Eso puede hacer que se sientan inseguros y desconfiados.
Crea un ritual de despedida: Ten una pequeña rutina para despedirte. Tal vez sea una frase específica, un abrazo especial o un choque de manos. Tener un ritual constante puede hacer que las despedidas sean menos aterradoras y más predecibles.
Mantenlos ocupados: Pídele a tu niñera, maestro de guardería o a quien sea que los esté cuidando que tenga lista una actividad súper atractiva en cuanto lleguen. Un juguete, un libro, un juego. ¡La distracción es tu mejor amiga!
No ignores sus sentimientos: Hazles saber que entiendes que están tristes. Podrías decir algo como: "Sé que es difícil cuando me voy, pero vas a pasar un gran rato con [cuidador/a]. Te quiero y volveré pronto".
Mantente cerca en las reuniones: Si estás en una gran fiesta o reunión, deja que tu pequeño/a lleve la iniciativa cuando conozca gente nueva. Mantente cerca y ofrécele apoyo, pero no fuerces la interacción.
Establece una rutina relajante para la hora de dormir: Las actividades para relajarse son clave. Un baño, un cuento y sonidos suaves pueden ayudarles a relajarse y sentirse seguros en su habitación. Piensa en ello como crear un "lugar feliz" para dormir.
Déjalos tranquilos solos (cuando sea seguro): Si se despiertan felices y jugando en su cuna después de una siesta, déjalos disfrutar de esa independencia. Encontrar consuelo por sí solos puede aumentar su confianza.
Dales un objeto de consuelo: Una manta especial, un juguete o incluso una prenda de ropa con tu olor pueden darles consuelo cuando están lejos de ti.
La tele y los libros al rescate: Hay algunos programas de televisión y libros ilustrados geniales para niños que les ayudan a comprender la ansiedad por separación. Es útil para los niños relacionarse con otros que pasan por sentimientos similares, lo que les hace sentirse menos solos.
¿Va a durar para siempre?
La buena noticia es que la mayoría de los niños superan la ansiedad por separación a medida que crecen. Es posible que la veas reaparecer cuando están enfermos o estresados, pero eso es totalmente normal. Solo recuerda que les estás ayudando a aprender a sobrellevar las cosas sin ti, lo que es un gran paso hacia la independencia.
¿Cuándo debo preocuparme de verdad?
La mayoría de las veces, la ansiedad por separación es una parte normal del desarrollo. Pero hay ocasiones en las que es buena idea hablar con un profesional de la salud. Debes estar atento/a a las señales de ansiedad extrema.
¿Cuándo debo preocuparme?
Es necesario acudir a un profesional cuando nuestro bebé experimenta lo siguiente:
Vómitos, especialmente relacionados con la separación.
Pesadillas frecuentes
Preocupación incesante cuando estás lejos.
También, ten en cuenta si su ansiedad les está causando mucho malestar durante períodos prolongados o si parece estar relacionada con otros problemas, como estrés en casa, conflictos entre los padres o preocupaciones con el cuidado infantil.
En estas situaciones, es posible que tu hijo/a esté experimentando un Trastorno de Ansiedad por Separación, que es diferente de la ansiedad por separación típica. Se caracteriza por:
Malestar excesivo al estar separados o al pensar en la separación, que dura más de 4 semanas.
Preocupación constante de que sucedan cosas malas cuando están separados de ti.
Negativa a ir a lugares, como la escuela o el trabajo.
Negativa a estar solos, incluso en casa.
Problemas para dormir sin que estés cerca.
Pesadillas repetidas sobre la separación.
Síntomas físicos, como dolores de estómago o de cabeza, cuando se produce o se anticipa la separación.
Si ves estas señales, consulta con el médico de tu hijo/a. Puede haber problemas subyacentes y te ayudarán a ti y a tu pequeño/a a superarlo.
Conclusión
La ansiedad por separación puede ser una etapa difícil tanto para ti como para tu pequeño/a. Pero recuerda, es una parte normal de su desarrollo y una señal de que tienen un fuerte vínculo contigo. Lo estás haciendo genial. Ten paciencia, prueba algunos de los consejos de los que hablamos y ten en cuenta que ¡esto también pasará! Y si alguna vez te preocupa, no dudes en ponerte en contacto con el profesional de la salud de tu hijo/a para que te guíe.
¡Tú puedes, padre/madre! Estamos todos juntos en esto.
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