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Writer's pictureAndres Felipe Camacho

De viaje con bebés que tienen congestión y tos


Bebé durmiendo con congestión, ilustración de una madre cuidando a su bebé enfermo


Hola Mamá y Papá, en Xuxuwa sabemos que no hay nada como el sonido de tu pequeño resfriándose y tosiendo para que nuestro corazón se acelere. Es difícil verlos sentirse mal, y aún más difícil cuando estamos despiertos toda la noche escuchando esas pequeñas toses. Así que, probablemente te estés preguntando, "¿Qué puedo HACER? ¿Es esto normal? ¿Cuándo debería preocuparme de verdad?"


¡Lo entendemos! hemos estado ahí, y sabemos que es estresante. Así que, hablemos de cómo manejar esas toses y mocos, algunos remedios caseros probados y verdaderos, y, lo más importante, cuándo ponerte los zapatos y correr a urgencias.


Primero lo Primero: Cuándo Presionar el Botón de Pánico (llamar a Urgencias)


Bien, antes de entrar en los remedios caseros, hablemos de lo serio. Definitivamente hay momentos en que una tos es más que solo una tos. Estos son los síntomas que significan que necesitas buscar atención médica de inmediato:


Problemas para Respirar: Si tu bebé tiene dificultades para respirar, respira rápidamente o notas que sus fosas nasales se ensanchan, contacta ayuda profesional de inmediato o ve a la sala de urgencias más cercana.


Falta de Aliento: Si parece que tu bebé no puede recuperar el aliento o está luchando por respirar, no esperes para llamar ayuda profesional o ir  urgencias. 


Fiebre: Una fiebre superior a 38 °C (100.4 °F) para bebés menores de 3 meses, o superior a 39 °C (102.2 °F) para bebés mayores de 3 meses es una señal de advertencia.


Sangre en la Tos: Si tu bebé está tosiendo sangre, ve a urgencias.


Problemas para Tragar: Si tiene dificultades para tragar o abrir la boca por completo, esto necesita atención inmediata.


Hinchazón Significativa de Amígdalas: Hinchazón en un solo lado de las amígdalas.


Otros síntomas a tener en cuenta:


Cualquier tos en un recién nacido en las primeras semanas.


Una tos que dura 8 semanas o más.


Una tos que empeora con el tiempo, especialmente después de 3 semanas.


Una tos con sudores nocturnos o pérdida de peso.


Cualquier tos, húmeda o seca, con sibilancias o respiración rápida.


Recuerda, tú conoces mejor a tu bebé. Si algo no parece estar bien, o si está actuando diferente, siempre es una buena idea llamar a tu pediatra, incluso si no estás seguro de que sea una emergencia.


Qué hacer cuándo no estamos en modo emergencia


Si la tos de tu pequeño no es motivo de pánico inmediato, aquí hay algunas cosas que puedes intentar en casa para ayudarlo a sentirse mejor:


¡Hidratar, Hidratar, Hidratar!


Al igual que nosotros, los bebés necesitan muchos líquidos cuando están enfermos. Para los más pequeños que todavía toman leche materna o fórmula, sigue haciendo lo normal, u ofrece con más frecuencia. Los expertos dicen que no necesitas forzar líquidos adicionales, pero mantente al día con lo que normalmente necesitan. Para los bebés mayores, puedes añadir un poco de agua o zumo sin azúcar a la mezcla, además de su leche/fórmula habitual.


¡El Suero Fisiológico es tu Amigo!


¡Esas pequeñas narices pueden congestionarse MUCHO! Unas gotas de solución salina en cada fosa nasal ayudarán a aflojar la mucosidad. Es como un mini-día de spa para su nariz.


¡Succiónalo (Suavemente!)


Después del suero salino, usa una jeringa de bulbo para succionar suavemente la mucosidad. En serio, es asombroso cuánta suciedad puede salir de esas pequeñas narices. Asegúrate de apuntarla hacia la parte posterior de la nariz, no la metas a presión. Aprieta, inserta, suelta. Repite, asegurándote de limpiarla después de cada fosa nasal.


¡Humidifica!


El aire húmedo ayuda a aflojar la mucosidad. Si tienes un humidificador, úsalo en la habitación de tu bebé (¡y asegúrate de limpiarlo regularmente!). Si no lo tienes, un baño de vapor hace maravillas. Cierra la puerta, abre el agua caliente de la ducha y deja que la habitación se ponga agradable y vaporosa. Siéntate con tu bebé en el baño de vapor durante 10-15 minutos.


Ayudantes de Miel (Para Bebés MAYORES de 1 Año):


Si tu bebé tiene más de 12 meses, ¡un poco de miel puede hacer maravillas! Una cucharadita antes de las siestas o la hora de dormir puede cubrir su garganta y calmar la tos. Importante: No le des miel a bebés menores de 1 año debido al riesgo de botulismo.


¡Aumenta la Altura (Con Cuidado!)


Para los bebés mayores (de 12 meses en adelante), algunos expertos dicen que levantarles un poco con almohadas adicionales puede ayudarles a respirar mejor. IMPORTANTE: Para los bebés menores de 12 meses, no uses almohadas ni nada más para levantarlos. Consulta a tu pediatra para opciones como elevar un poco la cabecera de la cuna. El uso de almohadas o dispositivos similares puede aumentar el riesgo de SMSL.


Si te preocupa la tos y su respiración, dormir en la misma habitación con ellos te ayudará a responder según sea necesario.


¡Deshazte de los Irritantes!


Cosas como el humo, el polvo, el moho y la caspa de las mascotas pueden empeorar la tos. Si es posible, mantén tu casa lo más libre posible de irritantes. Aspira las alfombras con un filtro HEPA, usa un purificador de aire y mantén la humedad en el rango de 40-50%.


¿Por qué la Tos? ¿Qué la Está Causando?


Las toses son molestas, pero también son una señal de que algo está pasando. Podría ser:


El Resfriado Común: Los sospechosos habituales: nariz tapada, estornudos y tos.


La Gripe: Similar a un resfriado, pero con fiebre, escalofríos y dolores corporales.


Crup: Esa tos distintiva y perruna.


Neumonía: Una tos que produce mucosidad, además de fiebre, fatiga y quizás vómitos.


Tos Ferina: Una tos seca y áspera que puede presentarse en ataques y puede terminar con un sonido de "grito".


Asma: Tos persistente, a menudo con sibilancias y problemas para respirar.


Alergias: Puede causar tos, pero generalmente no fiebre ni dolor de garganta.


Reflujo: Cuando el contenido del estómago sube, causando una tos (además de otros síntomas como regurgitaciones e irritabilidad).


El Punto Clave


Los bebés se enferman, es un hecho de la vida. Es probable que tengas que lidiar con muchas toses y mocos en el primer año, y eventualmente te convertirás en un profesional en el manejo de esto. Si alguna vez te preocupa alguno de los síntomas de tu bebé o simplemente quieres hablarlo con un médico, llama a tu pediatra y te ayudará en la dirección correcta. Con un poco de paciencia y el cuidado adecuado, tu pequeño volverá a estar feliz y saludable en poco tiempo. Y ambos volverán a dormir toda la noche pronto (¡crucemos los dedos!).


Nota Adicional sobre Viajes:


Si estás viajando, ten en cuenta que los viajes pueden debilitar el sistema inmunológico, por lo que los bebés podrían enfermarse con más frecuencia, ya que se les introduce a agua, comida y aire diferentes de lo habitual. Si tienes planes de viaje, asegúrate de tomar las precauciones necesarias.

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