Los bebes empiezan alimentación con sólidos pues llega un momento en que la leche por sí sola no es suficiente para suplir las necesidades de nutrientes y de calorías que necesita tu bebe para su desarrollo. Los bebes necesitan alimentos con alto valor nutricional. Aquí les dejamos algunos alimentos que están prohibidos en la dieta de tu bebe menor de 1 año por riesgos de atragantamiento, enfermedades o porque no contiene los nutrientes necesarios para esta temprana edad.
5 Alimentos prohibidos para bebes menores de 12 meses:
Miel de abeja:
La Organización Mundial de la Salud (OMS) no recomienda dar miel de abeja o cualquier producto que contenga miel de abeja a bebes antes de los 12 meses de edad, pues la miel de abeja puede contener esporas de la bacteria Clostridium botulinum, que causan el botulismo infantil. Estas esporas son generalmente inofensivas para niños mayores de 1 año y adultos, pero pueden ser peligrosas para los bebés.
Los bebés menores de un año tienen un sistema digestivo e inmunitario aún en desarrollo. No pueden combatir las esporas de la bacteria tan eficazmente como los niños mayores y adultos.
El intestino de los bebés proporciona un ambiente ideal para que las esporas germinen, se multipliquen y produzcan la toxina botulínica.
Aunque los casos de botulismo infantil son raros, pueden ser muy graves e incluso potencialmente mortales.
Si le has dado miel de abeja a tu bebe, debes estar atenta a los siguientes síntomas de botulismo infantil: estreñimiento, debilidad muscular, llanto débil, dificultad para respirar y para alimentarse. En casos severos, puede causar parálisis y problemas respiratorios. Si sospechas que tu bebé tiene botulismo infantíl acude con tu pediatra.
2. Leche de vaca entera:
La Academia Americana de Pediatria (AAP) recomienda esperar hasta que tu bebe cumpla el año de edad para darle a tu bebe leche entera de vaca. La composición nutricional de la leche de vaca no es la adecuada para bebes menores de un año.
La leche de vaca no está diseñada para satisfacer las necesidades nutricionales específicas de los bebés humanos. Tiene demasiada proteína, que puede sobrecargar los riñones del bebé que aún se encuentran inmaduros y no tiene los niveles adecuados de hierro, vitamina C, y otros nutrientes esenciales para el desarrollo de tu bebe.
La leche de vaca tiene poco hierro y puede interferir con la absorción del hierro de otros alimentos. Esto aumenta el riesgo de anemia en los bebés.
El alto contenido de proteínas y minerales puede poner demasiada presión en los riñones aún en desarrollo del bebé.
Algunos bebés pueden desarrollar alergia a la proteína de la leche de vaca si se introduce demasiado temprano.
La leche de vaca puede irritar el revestimiento del tracto digestivo de algunos bebés, causando pequeñas pérdidas de sangre que pueden contribuir a la deficiencia de hierro.
La leche de vaca tiene un perfil de grasas diferente al de la leche materna, que es crucial para el desarrollo cerebral y neurológico del bebé.El alto contenido calórico y de grasas saturadas de la leche entera puede contribuir al sobrepeso en los bebés.
3. Sal y Azucar:
Durante el primer año de vida de tu bebe no es necesario adicionarle azúcar o sal a los alimentos de tu bebe. Los alimentos naturales contienen pequeñas cantidades de sodio y azúcares naturales, que son suficientes para las necesidades del bebé. La leche materna o la fórmula infantil proporcionan la cantidad adecuada de sodio para el primer año de vida. Especialistas recomiendan eliminarlo de la dieta de tu bebe pues puede causar diferentes temas en la salud y desarrollo de tu bebe.
Azucar:
El azúcar proporciona calorías sin nutrientes esenciales, lo que puede llevar a una nutrición inadecuada, pues tu bebe puede quedar saciado sin haber recibido la cantidad de nutrientes que necesita para su óptimo desarrollo. Además, los alimentos azucarados pueden disminuir el apetito por alimentos más nutritivos y crear una preferencia a alimentos dulces que puede persistir en la vida adulta, generando desde temprano patrones de nutrición no saludables.
Aunque no es un efecto inmediato, el consumo temprano de azúcar se ha asociado con un mayor riesgo de obesidad infantil y obesidad tipo 2 en la edad adulta.
El consumo de azúcar daña la salud dental de tu bebe, puede provocar la aparición de caries en tu bebe, conocido como caries de la primera infancia. Incluso antes de que salgan los dientes, el azúcar puede fomentar el crecimiento de bacterias dañinas en la boca.
Sal:
Antes del primer año de vida, los riñones de los bebés aún no están completamente desarrollados para procesar eficientemente el exceso de sodio, lo que puede aumentar la presión arterial, incluso en bebés. Después del primer año se puede empezar a introducir sal en pequeñas cantidades, según recomendación de tu pediatra.
El consumo de sal altera el sabor de los alimentos, y durante los primeros meses de alimentación complementaria, es esencial que tu bebe aprenda los sabores de los alimentos al natural, sin condimentos. Recuerda que tu bebe no ha probado la sal y, por lo tanto, no le hace falta en sus alimentos.
El exceso en el consumo de sal aumenta la carga renal de solutos, lo que puede llevar a deshidratación. Los bebés son más susceptibles a desequilibrios electrolíticos, y el exceso de sal puede alterarlos.
El consumo temprano de sal, al igual que el azúcar, puede crear una preferencia por estos sabores, estableciendo hábitos alimentarios poco saludables que persistan en la edad adulta.
4. Embutidos:
La alimentación en el primer año de vida es crucial para establecer hábitos alimentarios saludables y asegurar un crecimiento y desarrollo óptimos. Por eso, se recomienda centrarse en alimentos naturales, nutritivos y apropiados para la edad del bebé. No se recomienda dar embutidos a bebés menores de 12 meses por varias razones importantes relacionadas con la salud y el desarrollo del bebé.
Los embutidos suelen tener un alto contenido de sodio, que los riñones inmaduros del bebé no pueden procesar adecuadamente. El exceso de sodio puede provocar problemas de presión arterial y sobrecarga renal.
Los embutidos contienen diversos aditivos y conservantes que pueden ser difíciles de digerir para el sistema digestivo en desarrollo del bebé. Algunos de estos aditivos pueden causar reacciones alérgicas o intolerancias.
Muchos embutidos contienen nitritos y nitratos como conservantes, que en grandes cantidades pueden ser perjudiciales para la salud, especialmente en bebés.
Los embutidos, especialmente si no están bien cocidos, pueden contener bacterias como Listeria o Salmonella, que son particularmente peligrosas para los bebés.
Los embutidos suelen ser altos en grasas saturadas, que no son ideales para la dieta de un bebé y pueden contribuir a problemas de salud a largo plazo si se consumen en exceso.
Los embutidos ofrecen poco valor nutricional en comparación con otras fuentes de proteína más adecuadas para bebés, como carne magra, pescado, huevos o legumbres.Al introducir alimentos procesados y salados tempranamente puede influir en las preferencias alimentarias futuras del niño, fomentando el gusto por alimentos poco saludables.
Algunos embutidos, especialmente los que tienen pieles o texturas duras, pueden representar un riesgo de asfixia para los bebés.
Algunos embutidos pueden contener alérgenos comunes como la leche o la soja, que deben introducirse con cuidado en la dieta del bebé.
5. Huevo crudo o poco cocido:
Es recomendable introducir el huevo bien cocido después de los 6 meses de edad, siguiendo las indicaciones del pediatra. Esto permite aprovechar los beneficios nutricionales del huevo de manera segura. Los bebés menores de 12 meses no deben consumir huevo crudo o poco cocido por riesgos a contraer ciertas enfermedades y alergias. La yema del huevo no debe quedar blanda y la clara no debe tener partes transparentes.
Los huevos crudos o poco cocidos pueden contener la bacteria Salmonella, que puede causar intoxicación alimentaria grave en bebés. Los bebés tienen un sistema inmunológico en desarrollo que no puede combatir eficazmente ciertas bacterias como lo hace el de un adulto.
Introducir huevos poco cocidos aumenta el riesgo de desarrollar alergias al huevo.
La ingesta de huevo crudo o poco cocido puede traer problemas en el sistema digestivo de los bebés que aún está madurando y puede tener dificultades para procesar proteínas complejas como las del huevo crudo.
El huevo al estar cocinado correctamente mejora la digestibilidad y la absorción de sus nutrientes.
En conclusión, la alimentación de tu bebe antes del primer año es esencial no solamente para que tu bebe obtenga los nutrientes y calorías de buena calidad, necesarias para crecer sano y fuerte, sino para enseñarle a tu bebe buenos hábitos de alimentación desde un inicio. Esto fomentará un buen desarrollo y evitará que en el futuro tu bebe se vuelva selectivo en sus alimentos, o lleve una alimentación poco sana de niño y adulto. Adicionalmente, el sistema digestivo de tu bebe sigue estando inmaduro antes del primer año, por lo que existen ciertos alimentos que es mejor evitarlos para no generar riesgos innecesarios de contraer enfermedades.
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